Se recibe el encargo particular de “renovar estéticamente” la fachada de una vivienda unifamiliar de la urbanización de La Caeira, Pontevedra. Una serie de quejas/peticiones surgen en la primera visita: Una puerta de entrada sin espacio exterior, inexistencia de paragüero y zona de abrigos, acceso no acogedor, poco aprovechamiento de la zona pavimentada que rodea el frente.
Los condicionantes constructivos, dimensiones y posibilidades, de presupuesto y a nivel normativo, los cambios no pueden ser significativos de lo que existe debiendo actuar sólo a un nivel superficial, derivan en la decisión de varios procedimientos:
Una solera que regularice el nivel de acceso con los próximos de esparcimiento y genere la base de un espacio cálido anexo a la entrada.
La colocación de un sistema de entramado de madera, en verticales y en falso techo a modo de porche. Permite unificar los sucesivos planos de fachada existentes, formar un paragüero de entrada, alargar su ámbito, dar la posibilidad de trepar a la vegetación, y homogeneizar naturalmente el volumen rotundo de cemento que es la vivienda y crear una lectura unitaria del conjunto.
El uso de unas guías metálicas en el alero que dirijan el crecimiento de una especie de planta concreta situada en la parte central de la fachada en una jardinera dimensionada para tal fin.
La fachada se pinta de un blanco roto y se genera un zócalo de piezas de granito de formato alargado similar al empedrado horizontal.